En nuestros centros en todo el mundo se anima a los empleados de Ferrero a trabajar con las comunidades locales, en especial con los jóvenes, en la protección medioambiental.
Para extender nuestro impacto positivo, nuestras iniciativas de protección medioambiental ponen su mirada más allá del trabajo directo de nuestras plantas para llegar a toda la cadena de valor. Esto incluye implicar a los empleados para que trabajen en equipo con las comunidades en el desarrollo de iniciativas educativas que cubran las necesidades locales.
En la planta de San José de Iturbide en México, nuestro programa de vuelta al colegio celebró en 2019 el reinicio de las clases con talleres, actividades recreativas y educativas y juegos para entrenar competencias en relación con el medioambiente. Los niños y niñas recibieron información sobre la importancia de reciclar, ahorrar energía y cuidar la naturaleza. Todo el material era reciclado e incorporaba elementos ecológicos y/o biodegradables. Más de 300 niños y niñas asistieron al evento.
En Baramati, India, la iniciativa de Sostenibilidad para la Infancia involucró a padres e hijos en el Jardín de Infancia. Juntos trabajaron para aprovechar los residuos domésticos como material de base para la creación de obras de arte que después se expusieron para los empleados de la fábrica de Baramati.
Finalmente, en nuestra planta de Quito, en Ecuador, los empleados ayudaron a despertar el interés de los niños y niñas por el cuidado de la tierra, la gestión de residuos y la soberanía alimentaria a través de la creación de un huerto en el aula. Al cuidar el huerto, los niños y niñas aprenden a usar con inteligencia recursos como el agua, la energía y los residuos orgánicos e inorgánicos, incluido el compostaje con el fin de obtener fertilizante para los cultivos. Las actividades comunitarias también ayudan a proteger el medioambiente y garantizan un uso eficiente de los materiales y los recursos.