Nuestro enfoque de diseño ecológico de los embalajes es crucial para cumplir con nuestros compromisos de sostenibilidad de los envases. Actualmente lo estamos aplicando para mejorar nuestros envases en todo el mundo.
El envasado y el embalaje suponen un gran desafío para el sector de la alimentación y las bebidas. Para abordarlos, asumimos el compromiso de que todos nuestros envases sean 100 % reutilizables, reciclables o compostables para 2025. Solo podremos conseguirlo si expandimos nuestros límites, trabajamos en asociación con otras empresas e invertimos en I+D y en innovación abierta para desarrollar nuevas soluciones de envasado aplicables a todos nuestros productos y operaciones en todo el mundo.
Un éxito en este sentido es haber conseguido reducir el grosor de la lámina de aluminio que envuelve los Kinder Sorpresa y los Kinder Heart sin dejar de ofrecer los niveles de calidad y protección esperados durante el proceso de logística y transporte.
Kinder Sorpresa es uno de nuestros productos más emblemáticos y utilizamos una lámina de aluminio muy fina para envolver estos huevos de chocolate. Actualmente, la lámina tiene un grosor de 12 µm y se considera de máxima categoría. Estamos estudiando formas de reducirla algo más, hasta los 11 µm. Esto supondrá una reducción de aproximadamente 48 toneladas de aluminio al año, una vez que esta medida se implemente en todo el mundo.
Para nuestras líneas de producción y para la cadena de suministro supone algunos desafíos, por lo que en estos momentos estamos evaluando su viabilidad industrial en las líneas más automatizadas. Esto es lo más difícil pero, una vez solventado, el despliegue en todas las plantas de producción de Kinder Sorpresa será una realidad en todo el mundo. El mismo enfoque se adopta a escala más local para trasladar a proyectos industriales los proyectos experimentales con las figuras de chocolate huecas. Un buen ejemplo es el embalaje de Kinder Heart, que se produce en nuestra planta de Polonia.
Nos propusimos y logramos reducir el grosor de la lámina de aluminio utilizada para envolver esta figura hueca, de 30 µm a 18 µm, lo que significa un ahorro de unas 11 toneladas de aluminio al año. La lámina, además, se entrega a la planta en rollos y no en láminas individuales como se hizo en la fase de prueba. De esta forma se optimiza el transporte y se obtienen beneficios medioambientales, además de reducirse el uso de material. Solo con estos dos proyectos se ha conseguido recortar en unas 580 toneladas las emisiones de CO2 anuales.
Además, suponen un cambio radical en el embalaje de estas figuras huecas para cumplir en el futuro con nuestros ambiciosos objetivos de embalaje sostenible.