Dentro de nuestra cadena de suministro del cacao, en marzo de 2018 Ferrero recibió el premio alemán de Comercio Justo por nuestra asociación a largo plazo con la cooperativa sindical por un comercio justo ECOOKIM. A través de esta colaboración y de muchas otras actividades del programa de sostenibilidad del cacao de Ferrero, aspiramos a mejorar las condiciones de vida de los agricultores del cacao y ofrecerles perspectivas de futuro, además de proteger y recuperar los bosques. Al mismo tiempo, nos acercamos más a nuestro objetivo para finales de 2020 de proveernos solo de cacao 100 % sostenible para elaborar los productos Ferrero.
Tengo una plantación de cacao de 1,6 hectáreas. Me uní a la cooperativa en 2014. Antes producía 450 kg anuales de cacao. Ahora, desde que empecé a aplicar buenas prácticas agrícolas y mejoré el mantenimiento de mi terreno, mi producción ha aumentado mucho. ¡Gané en concurso local de 2018-2019 por cultivar 950 kg! Con los conocimientos que tengo ahora, cosecho más del doble, lo que supone unos ingresos de 300.000 francos CFA más este año. Me he comprado una motocicleta para desplazarme más rápidamente.
La cooperativa de Momboye Célestin pertenece a EKOOKIM, un sindicato de agricultores del cacao que decide de forma democrática al final de cada temporada de recolección de cacao cómo utilizar el certificado premium que les otorga Ferrero. La formación en técnicas sostenibles de producción de cacao siempre es una de las peticiones principales, por lo que se invierte en expertos que enseñen a los agricultores buenas prácticas agrícolas y medioambientales. Esta formación se imparte sobre el terreno (en escuelas de prácticas agrícolas) y también de forma teórica, para concienciar a las comunidades en materia de buenos hábitos sociales y medioambientales.
Además de la formación, EKOOKIM proporciona a los agricultores materiales como fertilizantes y plantas de semilleros, y la cooperativa sindical dispone de un equipo de expertos en aplicación de productos de protección de la cosecha. Gracias a todas estas iniciativas, los agricultores han logrado incrementar considerablemente su producción y sus ingresos en los últimos años.
Nana Sakre, agricultor de Coopasid, gestiona 8,50 hectáreas. “Produzco mucho fertilizante orgánico en mi campo y después lo aplico. En 2015, produje 4.500 kg, pero esta temporada ya llevo 6.497 kg. Con el dinero he montado una tienda que me permite diversificar mis fuentes de ingresos. El año que viene tengo pensado construir mi propia casa”.
A medida que las cooperativas maduran y se profesionalizan, cambia el tipo de aprovechamiento del certificado premium. El dinero invertido en proyectos comunitarios está aumentado considerablemente. Entre estos se encuentran la promoción del desarrollo infantil y el empoderamiento de la mujer, que es esencial para construir comunidades agrícolas sólidas y resilientes. Al ayudar a las comunidades a producir “más cacao con menos terreno”, las empresas productoras de cacao y chocolate contribuyen a reducir la posibilidad de que los agricultores se sientan tentados a invadir bosques protegidos.