La Carta de la avellana de Ferrero: por una industria de la avellana creadora de valor para todos
En consonancia con lo dispuesto en su Código de Proveedores, Ferrero ha publicado su Carta de la avellana, en la que se describen los compromisos y requisitos de la compañía en tres áreas principales: derechos humanos y prácticas sociales, protección medioambiental y sostenibilidad, y transparencia de los proveedores. Todo ello con el objetivo de ser uno de los impulsores de una industria de la avellana creadora de valor para todos.
En el marco de su programa de aprovisionamiento responsable de la avellana, Ferrero colabora además con la Earthworm Foundation, una organización sin ánimo de lucro cuyo objetivo principal es la mejora de las cadenas de valor. Nuestra Carta es, por tanto, un documento bien informado, fruto de esta colaboración y del trabajo llevado a cabo por la compañía para saber exactamente cuáles son los problemas específicos del sector de la avellana y cómo abordarlos, con la ayuda de nuestros proveedores y otros actores de la cadena de valor, a fin de que esta sea ética y sostenible.
Los problemas del sector de la avellana son complejos y en algunos países están muy arraigados. Primero hay que mejorar la condiciones de trabajo de los agricultores para poder abordar los problemas sociales, entre ellos, el trabajo infantil. Tal como se describe en la Carta de la avellana de Ferrero, que la producción de la avellana sea sostenible significa que las comunidades agrícolas prosperen, que se respeten los derechos de los trabajadores y de los niños, así como los valores medioambientales, mediante la práctica de la agricultura regenerativa.
Los principios de la Carta son aplicables a toda la cadena de valor de la avellana de Ferrero y se basan en garantizar el cumplimiento de nuestras políticas, tanto por parte de Ferrero como de nuestros proveedores, y en la convicción de que debemos ir “un paso más allá” del mero cumplimiento e identificar compromisos específicos basándonos en prioridades e iniciativas concretas para abordar los problemas. La Carta está estructurada en torno a tres pilares fundamentales, basados en un proceso de diligencia debida aplicable a todos nuestros proveedores.
Derechos humanos y prácticas sociales - nuestro compromiso en este pilar se centra en proteger a los niños y niñas en todas las zonas de aprovisionamiento para que crezcan sanos y felices, así como en mejorar las condiciones de vida de las comunidades avellaneras y la resiliencia de los agricultores. Para Ferrero, proteger a la infancia pasa indefectiblemente por prevenir y erradicar el trabajo infantil en toda nuestra cadena de valor con la colaboración de todos los agentes interesados. Hay que proteger a los niños y niñas, velando por su derecho a la educación y a crecer en un entorno seguro y feliz.
Protección medioambiental y sostenibilidad - nos hemos comprometido a aplicar los principios de la agricultura regenerativa en nuestras propias agrogranjas y a ayudar a que adopten estos principios las comunidades agrícolas de los territorios seleccionados de nuestros principales países suministradores.
Transparencia de los proveedores - nos hemos comprometido con la plena trazabilidad de las avellanas que adquirimos, hasta las granjas.
Informaremos con transparencia sobre nuestros progresos y los problemas a los que nos enfrentamos, mediante la publicación de planes de acción e informes periódicos sobre la implementación de nuestra Carta. Nuestro programa de sostenibilidad Valores Agrícolas de Ferrero (Ferrero Farming Values, FFV) tendrá un papel fundamental en la implementación de la Carta.